102 - La Peña de los Enamorados

Pinchar aquí para ver el vídeo

Historia de una peña

Hoy vamos a narrar una historia preciosa. Sabéis que el pasado fin de semana fuimos de viaje, para divertirnos, por el centro de Andalucía y visitamos Antequera, en la provincia de Málaga. En esta ciudad visitamos sus iglesias y sus monumentos distintos. También admiramos, en la plaza de España o Castilla, no lo sé bien, una escultura de dos figuras: hombre y mujer unidos. La observamos y dudamos a qué se refería. Pedimos información para saber qué significaban esas dos figuras.

Nos contaron algo precioso, bastante, que nos produjo escalofríos.

Vosotros sabéis que España estaba dividida por el norte de Andalucía y su parte sur estaba ocupada por los moros, pues.

Eran tiempos de luchas y existían fronteras que separaban ambas tierras y donde se encuentra una montaña que llaman ‘La Peña de Antequera’ de donde se recuerda un descomunal amor, muy fuerte, entre una princesa mora y un cristiano, soldado por aquellos tiempos.

La historia, su crónica, recuerda que poco antes de que Antequera fuera conquistada por los cristianos, expulsando a los moros, un poco antes de eso, en la batalla un soldado del rey Fernando fue capturado por los moros que lo cogieron preso en un pueblo cercano de Antequera.

Antes, Antequera estaba ocupada por los moros, todo el territorio, pues cuando lo capturaron preso lo metieron en una mazmorra, la ciudad la conocéis muchos y veréis en lo alto la alcazaba donde vivía el rey moro, pues allí quedó tristemente encarcelado.

Llevaba tiempo preso el soldado cristiano y cierta mañana fue a visitarlo la hija del rey moro, una joven de belleza extraordinaria (que deja pasmado a todos) y que era conocida como Tazgona. Ella acudió para curiosear y se encontró con la mirada del cristiano joven, Tello, y se quedó prendada por una fuerte atracción, con un potente amor.

La chica, una vez que le había conocido, trató de buscar maneras de cómo verlo cada día que quisiera acudir a la mazmorra para ver a su enamorado, el fuerte Tello, y acudía buscando una solución para verle.

Cada día los dos, Tazgona y Tello, rumiaban un plan de cómo pensar, cómo encontrar formas de escaparse, no solo de la mazmorra sino que querían escaparse de la ciudad los dos juntos.

Tazgona y Tello eran conscientes, lo comprendieron los dos, que eran una contradicción fuerte por su cultura y su religión, por los reinos distintos de ambos y sabían que ni los musulmanes ni los cristianos aceptarían a la pareja, que era bonita, y no estarían conformes.

Aunque los dos sabían que su amor era fuerte, sin más armas, se escaparon de madrugada, pero rápidamente se enteró el rey moro y mandado un escuadrón salió en busca del soldado cristiano para matarlo pensando que había secuestrado a su hija, la princesa Tazgona.

Fueron cabalgando en su busca con la mala suerte que se encontraron frente al ejército cristiano, que se preparaba para conquistar Antequera, ahí comenzó una batalla. Los dos jóvenes, acorralados e indefensos con los moros por un lado y los cristianos por el otro, dudaban en su huida hasta que decidieron de mutua acuerdo escalar la roca hasta su cima.

Arriba observaron que les sería muy difícil escapar y vivir juntos para siempre no podía ser… acordaron al unísono que, abrazados, se arrojarían desde lo alto. Cayeron muertos los dos, totalmente destrozados.

El rey moro y el rey cristiano, se miraron a los ojos y suspendieron la batalla al observar la caída, que hizo un ruido muy fuerte. Pararon los dos reyes, unieron sus manos y se acercaron a los cadáveres. Volvieron a mirarse a los ojos y acordaron no seguir la batalla. Al final, el rey moro, desmoralizado, entregó Antequera al rey cristiano Fernando que se apoderó de la ciudad.

Es preciosa la historia de amor, de dos jóvenes capaces de escalar para arrojarse juntos y abrazados saltaron al vacío.

VOLVER A LA PORTADA