CULTURA
"Los últimos cristeros” del mexicano Matías Meyer fue la ganadora entre las catorce películas de ficción de la competición oficial. “Me parece una película muy sólida muy bien construida, muy particular en su narración, con un tempo narrativo bello y poético pero también muy concreto – explica la directora argentina Albertina Carri que presidió el jurado internacional- Se ve a un gran realizador detrás de esa película. Me gusta sobretodo que es una historia de época, pero siento que está contando algo del México de hoy, de que son los mexicanos y la cultura mexicana”.
La otra gran ganadora del Festival de Toulouse, pero en el género documental fue “Una vida sin palabras”, de Adam Isenberg, Nicaragua, una película que da la palabra cinematográfica a una pareja de sordomudos que viven con su familia en una apartada región de las montañas de Nicaragua.
“Es importante ver que en un festival de cine como este en donde se discute del lenguaje cinematográfico se ha dado el premio a una película documental como “Una vida sin palabras”, que es una muy interesante aproximación a lo doloroso qun es no tener una posibilidad de un lenguaje para comunicarse”. Afirma Inti Briones, director de fotografía chileno, que presentó en Toulouse el homenaje a Raúl Ruiz.
Una mención especial dio el jurado internacional a la película chilena “Sentados frente al fuego” de Alejandro Fernández Almendras. Entre las películas premiadas destaquemos en el palmarés el premio de la Critica francesa para “El último Elvis” del argentino Armando Bo, o “Violeta se fue a los cielos” del chileno Andrés Wood, que se llevó el Premio del Público. Los premios de los ferroviarios y de los trabajadores eléctricos y del gas, fueron para la brasileña “Historias que solo existen cuando son recordadas” de Julia Murat.
VOLVER A LA PORTADA
"Los últimos cristeros” del mexicano Matías Meyer fue la ganadora entre las catorce películas de ficción de la competición oficial. “Me parece una película muy sólida muy bien construida, muy particular en su narración, con un tempo narrativo bello y poético pero también muy concreto – explica la directora argentina Albertina Carri que presidió el jurado internacional- Se ve a un gran realizador detrás de esa película. Me gusta sobretodo que es una historia de época, pero siento que está contando algo del México de hoy, de que son los mexicanos y la cultura mexicana”.
La otra gran ganadora del Festival de Toulouse, pero en el género documental fue “Una vida sin palabras”, de Adam Isenberg, Nicaragua, una película que da la palabra cinematográfica a una pareja de sordomudos que viven con su familia en una apartada región de las montañas de Nicaragua.
“Es importante ver que en un festival de cine como este en donde se discute del lenguaje cinematográfico se ha dado el premio a una película documental como “Una vida sin palabras”, que es una muy interesante aproximación a lo doloroso qun es no tener una posibilidad de un lenguaje para comunicarse”. Afirma Inti Briones, director de fotografía chileno, que presentó en Toulouse el homenaje a Raúl Ruiz.
Una mención especial dio el jurado internacional a la película chilena “Sentados frente al fuego” de Alejandro Fernández Almendras. Entre las películas premiadas destaquemos en el palmarés el premio de la Critica francesa para “El último Elvis” del argentino Armando Bo, o “Violeta se fue a los cielos” del chileno Andrés Wood, que se llevó el Premio del Público. Los premios de los ferroviarios y de los trabajadores eléctricos y del gas, fueron para la brasileña “Historias que solo existen cuando son recordadas” de Julia Murat.
VOLVER A LA PORTADA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
NO ES TOLEREN INSULTS PERSONALS NI PARAULES MALSONANTS. GRÀCIES
----
NO SE TOLERAN INSULTOS NI PALABRAS MALSONANTES QUE OFENDAN
GRACIAS